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jueves, 14 de febrero de 2013
EXEGESIS SOBRE EL BAUTISMO
“Muchos han tratado de poner en orden la doctrina Bíblica del bautismo en el nombre de Jesús, por ello en el presente tratado daremos consideraciones importantísimas sobre el tema.
El camino más común por el que muchos creyentes viven engañados, es el de aferrarse a la doctrina que se les ha enseñado o porque su pastor la predica o simplemente porque muchas organizaciones religiosas la aceptan. Esto debe ser cuestionable, ya que varios la aceptan sin medir consecuencias acerca del destino eterno que esta traerá para sus almas.
1ª de Juan 4:1 dice lo siguiente:
“Pero amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.”
El apóstol recomienda a Timoteo: “Te encarezco delante de Dios... que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.” 1ª Tim. 4:1-2... ¿Por qué razón se le recomienda esto a Timoteo? “Por que vendrán tiempos cuando no sufrirán la Sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” (Versos 3 y 4)
Una “Fábula”, es la composición literaria de la narración de una ficción alegórica; es decir, algo no verdadero. En el Nuevo Testamento, la palabra “fábula” se usa para referirse a las religiones paganas y a enseñanzas erróneas que falsos maestros pretenden introducir en las comunidades cristianas.
Ante esta situación que vivimos en este último tiempo, cuando infortunadamente las Escrituras casi se nos escapan de las manos, al menos en su voz y sentido original debido a las modernas traducciones, al cristiano verdadero le corresponde una de estas decisiones:
Ø Escuchar fábulas, enseñanzas erróneas o planteamientos humanos.
Ø Volvernos al calor de la Palabra tal y como fue escrita por los santos hombres de Dios.
Pablo aconseja a los creyentes de Colosas: Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas según las tradiciones de los hombres y no según Cristo” (Colosenses 2:8)
De manera que ante este ambiente nauseabundo y lleno de apostasía que se respira hoy, nosotros los que hemos conocido el nombre de Jesús por revelación, tenemos que proclamarlo con gozo y alegría, por semejante bendición tan grande ya que la Promesa es:
“...le pondré en alto por cuanto ha conocido mi nombre.” (Salmo 91:14)
PRELIMINARES
Un nombre en la Biblia es tan importante como la persona que lo lleva. El nombre tiene en sí la impronta del carácter intrínseco de la persona. Existen casos cuando según la persona sea, le cambiaron su nombre. Por ejemplo, Abram, por Abraham; Jacob por Israel; Saulo por Pablo, etc.
La Biblia amplificada al margen de 1º de Reyes 8:43 dice lo siguiente:
“Conocer el nombre de Dios es atestiguar las manifestaciones de esos atributos y obtener el carácter que denotan esos nombres. El nombre significa la presencia activa de la persona en la plenitud de su carácter revelado.”
Siendo pues así, Dios también asumió nombres y títulos para revelarse a su pueblo en diferentes épocas y circunstancias, siendo tan intensamente entendido por sus profetas que uno de ellos dijo: “Dad a Jehová la honra debida a su nombre” (1º Cron.16:29); y Dios mismo advirtió acerca de no blasfemar su nombre así: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano.” (Ex. 20:7); Es más, él dio la sentencia que se merecía en Israel el que tomare su nombre en vano: “y el que blasfemare el nombre de Jehová,... que muera.”(Lev. 24:16).
De manera que hablar del nombre de Jesucristo, debe llevarnos a hacerlo con reverencia y temor. No puedo estar de acuerdo con algunos predicadores que por hacer creer a sus seguidores que otros están equivocados, blasfeman abiertamente del nombre del Señor. ¿O será que piensan que decir algún improperio contra el nombre de Cristo, no es blasfemar?... ¿No será que no se han dado cuenta que el UNICO NOMBRE EN EL NUEVO TESTAMENTO APLICADO A LA DEIDAD ES JESUCRISTO?
Un predicador muy famoso, predicando por la radio dijo una palabras que me indignaron y sentí repugnancia por la blasfemia de tan elocuente expositor. Dijo: “¡Los que se bautizan sólo en el nombre de Jesús, con Jesús sólo se irán al infierno!--- ¡Que insolencia y grosería contra el Santo nombre que es sobre todo otro nombre!
Debido a lo anterior, espero poder presentar consideraciones de peso a mis lectores y que les sirva de instrucción para conocer, educarse y defender la fe que una vez ha sido dada a los santos. (Judas. 3)
QUÉ DICEN LOS TEÓLOGOS
Muchos de ellos afirman que lo dicho por el Señor en Mateo 28:19, es precisamente la fórmula usada por los apóstoles para bautizar, y que ni Pedro, ni Pablo ni ningún otro lo hizo de forma diferente. Inclusive, algunos se atreven a asegurar que las veces que se menciona en Hechos el nombre de Jesús en relación con el bautismo, era solo una forma de expresarlo ya que el nombre del Padre y del Espíritu Santo habían sido invocados también, pero el mayor énfasis lo hacían sobre el nombre del Mesías, porque la mayoría de los que se arrepentían eran judíos que habían rechazado a Jesús el Cristo.
Si consideramos a un teólogo trinitario exponer sobre el tema confirmará lo que digo. Leamos a Myer Pearlman en su libro TEOLOGÍA BÍBLICA Y SISTEMATICA, páginas 411 y 412:
“Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. De qué manera podemos reconciliar esto con el mandamiento de Pedro que dice: Bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo?- Hechos 2:38. Estas últimas palabras no representan una fórmula bautismal, sino que eran simplemente una declaración de que tales personas eran bautizadas al reconocer a Jesús como Señor y Cristo.”
“El ser bautizado en el nombre de Jesús significa encomendarse por completo y eternamente a él como Salvador enviado del cielo, y la aceptación de su gobierno y dirección implica la aceptación de la fórmula dada por Jesús mismo en Mateo 28:19.”
¿Cree usted estimado lector, que dicha posición sea la correcta al interpretar fuera de toda hermenéutica el texto de Mateo?... ¿No le parece que el teólogo citado está violentando las normas de interpretación?
La señora Luisa J. Walker en su libro ¿CUÁL CAMINO?, página 222 explica acerca del tema lo siguiente:
“Los judíos de aquella época acostumbraban bautizar en agua a los gentiles convertidos, para testimonio público de que ya era de Dios... y los cristianos fueron enviados a predicar el evangelio y a bautizar a los convertidos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El mensaje de Pedro el día de Pentecostés iba dirigido a millones de judíos que ya creían en el Padre y en el Espíritu Santo, pero no habían reconocido a Jesús como su Mesías y Señor. Habían crucificado al Mesías. Para ser salvos Tenían que arrepentirse y bautizarse en el nombre de Jesús para demostrar públicamente que lo aceptaban como Señor...”
Unas líneas después comenta:
“Es de suponer que al bautizarlos en agua, los discípulos usarían la fórmula que el propio Jesús les había dado hacía pocos días en la que se incluía el nombre del Hijo en el mismo nivel con el Padre y el Espíritu Santo.”
El Pastor Enrique Gómez con el toque que le caracteriza, dice en su folleto VERDADES DEL Bautismo, pagina 34:
“...Pedro, más que los otros, reconocía la AUTORIDAD de Jesús, pues él mismo había declarado que era el Hijo de Dios, por lo tanto, no creemos que Pedro, ni ninguno de sus otros apóstoles y discípulos, se hubiera atrevido a modificar o simplificar la fórmula sacramental dada por nuestro Señor Jesucristo.”
Pienso que estas declaraciones, sumadas a la de Pearlman como la de Walker, tienen sus problemas de orden histórico y exegético, por lo que NO DEBEN SER ACEPTADAS.
1. Si usted observa otros textos trinitarios, notará que su interpretación sobre los casos mencionados difieren mostrando la disparidad de conceptos.
2. Los judíos como pueblo, jamás han creído que aparte del Padre (Y.H.W.H) existan otras personas en la deidad, ya que para ellos, el Espíritu Santo es solo una forma de llamar al mismo Y.H.W.H.
3. Mateo 28:19 NO ES UNA FÓRMULA sino UN MANDAMIENTO que se tenía que obedecer.
4. Históricamente no hay indicios de que algún discípulo haya bautizado bajo los títulos de “Padre, Hijo y Espíritu Santo” durante la era apostólica.
5. La exégesis usada por estos teólogos, se sale de todo contexto. Esa no es la manera seria y responsable de hacer un estudio a un tema tan delicado, ya que se trata de un punto vital y álgido del plan de salvación para las almas.
6. No puedo comprender por qué esa saña contra el nombre de Cristo tan aguerrida, de forma tal que se inventen argumentos como los que hemos citado para no aceptar una verdad tan claramente enseñada en la Escritura.
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